¿Qué es el Funcionamiento Ejecutivo?
¿Alguna vez te has preguntado cómo funciona nuestro cerebro? Este órgano es uno de los más importantes de nuestro cuerpo ya que gracias a él, podemos desempeñar todas las funciones necesarias para llevar a cabo nuestras actividades diarias. Desde acciones simples como saludar a alguien hasta más complejas como resolver ecuaciones matemáticas, el cerebro ejecuta múltiples “indicaciones” para guiar a nuestro cuerpo y mente en su realización.
El funcionamiento ejecutivo es el proceso mental que le indica a nuestro cerebro el uso de habilidades específicas para filtrar, priorizar, alcanzar y controlar tareas e impulsos.
Gracias a esta función, somos capaces de discernir lo que consideramos importante, reconocer los pasos a seguir para realizarlo, saber qué hacer para enfocarnos, animarnos para conseguirlo y controlar nuestros impulsos durante el proceso.
Aunque puede sonar como algo sumamente sistemático, lo cierto es que nuestro cerebro tiene que pasar por distintos filtros que involucran el entorno donde se desenvuelve para saber diferenciar las prioridades y ejecutar su realización adecuadamente. Factores externos como el estrés, el abandono o el uso de violencia son sólo algunos que provocan que el cerebro pueda “malinterpretar” las señales que recibe y supedite su reacción a lo que haría para contrarrestar esas situaciones. Es así como se explica por qué nos cuesta tanto concentrarnos y realizar actividades eficientemente bajo situaciones de presión.

Como todas las habilidades, éstas se van desarrollando conforme su uso. En los niños, uno de las mejores maneras de incentivarlas es a través del juego o de actividades que impulsen su creatividad mediante el aprendizaje a través del seguimiento de reglas.
Promover la independencia también es una herramienta importante puesto que demuestra confianza en los demás al respetar sus procesos, limita el apoyo sólo cuando sea necesario y evalúa pautas de comportamiento como respuestas al establecimiento de rutinas.
Si logramos detectar los frenos y los apoyos que nos pueden ayudar a desarrollar estas habilidades en conjunto con el ámbito cognitivo y socioemocional, podremos crecer integralmente y dar pie a explotar todas nuestras capacidades para lograr fomentar un equilibrio de vida exitoso y contribuir al bienestar social.
